Personajes y artistas del barrio
David Lamelas es pionero del arte conceptual, hijo del Di Tella. Vive en Buenos Aires, pero también en Estados Unidos (en Los Ángeles) y en Francia (París). Vive en todos los lugares donde va y a la vez dice que no tiene lugar de residencia. Hace un tiempo estuvo en la costa de Niza, en Francia, donde suele pasar varios meses al año, a pesar de que la arena es gruesa y el agua no muy tibia. «No soy de aquí no soy de allá» cantaba Facundo Cabral, contemporáneo de David Lamelas, que nació en 1946, hijo de españoles. Actualmente prepara una gran retrospectiva en el Malba y trabaja en su taller de Belgrano, pero se define como un chico de Parque Chacabuco, sofisticado, ya metido en el minimalismo, el conceptualismo. Recuerda que al llegar a Londres se sentía libre, sin miedo a la policía. «Estoy trabajando fuerte, muy fuerte porque la muestra se inaugura en un mes y medio …
«La presencia física es solamente una parte. Está también la presencia emocional, la espiritual. Incluso los 8 años seguidos que estuve sin volver a la Argentina (que fue durante la parte más dura de la dictadura militar) mi madre me decía: ‘¡No vengas, no vengas, quedate, quedate!’. Y yo me fui quedando pero nunca dejé de estar acá. El contacto emocional siguió siempre», describe el artista mientras argumenta y refuerza su interés por el espacio y el tiempo; un interés que también se ve plasmado en su obra.
Lamelas forma parte de esa generación dorada que supo experimentar y expresarse, a mediados de la década del sesenta, en el Instituto Di Tella. En 1968 ganó reconocimiento internacional en la XXXIV Bienal de Venecia por su trabajo Oficina de Información sobre la Guerra de Vietnam en tres niveles: imagen, texto y audio. Se había formado en la Academia Nacional de Bellas Artes y tuvo su primera exposición de dibujos a los 14 años en Estímulo de Bellas Artes, allí donde aprendió a dibujar.
Colaboró junto con Pablo Suárez, Leopoldo Maler, Rodolfo Prayón y Floreal Amor, en 1965, de La menesunda, el famoso happening-recorrido de Marta Minujín y Rubén Santantonín. En 1967 fue distinguido en la IX Bienal Internacional de San Pablo junto a Jasper Johns (Estados Unidos), Carlos Cruz-Diez (Venezuela) y Michelangelo Pistoletto (Italia).
El 68 es un gran año para Lamelas: obtiene una beca del British Council y viaja a Londres, donde estudia en la St. Martin’s School of Arts y allí comienza a interesarse e incursionar en el lenguaje cinematográfico. También, ese mismo año, participa en las Experiencias 68 del Instituto Torcuato Di Tella y representa al país en la XXXIV Bienal de Venecia, además de participar en Beyond Geometry, en el Center for Inter-American Relations de Nueva York. Se describe por aquel entonces como un pibe de barrio (de Parque Chacabuco), sofisticado, ya metido en el minimalismo, el conceptualismo. Recuerda que al llegar a Londres se sentía libre, sin miedo a la policía.
«Estoy trabajando fuerte, muy fuerte porque la muestra se inaugura en un mes y medio y hay instalaciones que se construyen especialmente en el lugar. Así que hay muchísimo trabajo a hacer. Estamos con el equipo del Malba reconstruyendo obras como por ejemplo El Súper Elástico (1965). Y también se incluirán dos proyectos de instalaciones arquitectónicas que pensé y dibujé en 1966 pero nunca antes realicé» destaca satisfecho con la propuesta. Además, en estos primeros meses de 2018 está terminando a la distancia En nuestro tiempo, una película que filmó en Hollywood que tiene como disparador central de la historia una pintura del belga James Ensor titulada La entrada de Jesús en Bruselas. Se trata de una obra que Lamelas vio por primera vez un Museo en Anveres y muchas décadas más tarde encontró en el Getty Museum de Los Ángeles.
Antes de que termine la exposición en el Malba, el siempre internacional Lamelas inaugurará el 1° de junio una exposición de instalaciones arquitectónicas en Broad Art Museum de Michigan, en diálogo con la obra arquitectónica del mismo museo. Jovial, alegre e incansable, finaliza: «Siempre preciso un proyecto. De alguna manera trabajo como un científico preciso un proyecto para elaborarlo y sacarlo al aire».